sábado, 7 de abril de 2012

Mi nueva casa... Panama City



Puede que me equivoque pero creo que todo el mundo al dejar su país, lo primero que busca a donde va son similitudes con lo que dejo atrás, en mi caso, si no es que mi cerebro me jugo malas pasadas pues encontré bastantes entre Panamá y Venezuela. Para mi la capital panameña me parece una combinación perfecta entra la Guaira, por la cercanía al mar, con mi querida Caracas, en todas sus facetas desde lo que vemos en algunas partes del  Este hasta las zonas de clase baja del Oeste.

La Torre F & F
La diferencia quizá sea en los grandes rascacielos que engalanan la ciudad como el emblemático Tornillo de calle 50, ademas del clima que es una real cagada, porque desde que llegue en Abril del 2011 hasta el casi final de año, llovió en un 95% del tiempo y lo arrecho era que podían ser desde lloviznas a tormentas que duraban 15 minutos o hasta un día entero sin parar, todo mezclado con variaciones de temperatura que van de un calor infernal a un frió atrinca bolas. Así que aquí es obligado cargar tu paraguas para todos lados, porque cuando amanece si vez el día despejado, ten por seguro que a mitad del día estará todo nublado pal coño. Todo lo anterior se traduce en que para lavar tu ropa  o bien te compras una secadora o debes jugar a la ruleta rusa con el clima. Lavas, tiendes la ropa y ni pienses en salir porque apenas estés un poco alejado de tu casa, veras caer un coñazo de agua que te hará perder todo el lavado.

Fuera de esto, los pros son muchos y muy valiosos. La sensación de libertad que se siente acá es aluzinante, el poder estar tranquilo en la calle sin estar pendiente de que te van a robar es cosa de otro mundo, una vez me toco salir de emergencia a buscar una medicina a las tres de la mañana y llegue tranquilo al Super mercado 24 horas, el cual, queda como a siete cuadras de la casa, sin ningun problema con mi celular en mano, escuchando musiquita. Aquí hay de todo y con la invasión de venezolanos de los últimos años pues ya te consigues todas esas cosas que te gustaban desde chucherias hasta nuestros alimentos mas representativos. Si consigues trabajar pues tendrás los ansiados dolares que en Venezuela no podrías porque primero debes mamarte superando los obstáculos de Cadivi. En Panamá, el esfuerzo se ve recompensado, una vez empiezas a producir te das cuenta de que poco a poco puedes tener todas esas cosas que necesitas para tener el nivel de vida que deseas.

En fin de que doy gracias a Dios de que me haya puesto en mi camino este país en el que me siento como en casa y a tantos ángeles, representados en todas aquellas personas que nos han tendido la mano y que han hecho que este camino no sea tan tortuoso como para aquellos que llegan y no tienen ningún apoyo o familiar que los reciba.



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