En mi vida, siempre he consegui ese punto en el que me siento tan cómodo con todo que me llevaba a no ver mas allá. A veces es bueno abandonar esa comodidad y lanzarse a una aventura. Esa posibilidad de aventurarme me llego a fines del 2010, justo cuando más necesitaba algo que me sacudiera y cambiara todo para siempre. Me paso igual que a Bilbo Bolson cuando aparecieron en su casa, los amigables enanos comandados por Gandalf, invitándolo a dejar su querida comarca en busca de un tesoro. En mi caso, la incitadora fue mi novia que me dijo un día: "te quieres ir a Panamá, quieres ser panameño?"... Hasta ese momento desconocía que ella era tenia ambas nacionalidades y mi respuesta fue: "Si quiero"
Siempre me he jactado de tomar esos autobuses que se me han parado ante mi. En muchos casos, esas decisiones han sido para mal pero esta vez sentí que seria diferente, aunque no tenia idea de todo el sacrificio que tendría que hacer.
No puedo dejar de comentar que unos pocos días antes de esa propuesta, me encontraba reunido con mis grandes amigos de mi infancia y uno de ellos nos contaba de sus planes de irse a México, de que estaba vendiendo todo para irse con su esposa... Para mi fue como un baño de agua fría y en ese momento se los deje saber, diciéndoles que no comprendia como podían dejar todo lo que conocían, su país, su gente, etc. Lo que me falto fue sacarme la correa y joderlos ahí mismo. Pues la sorpresa es que al final, fui yo quien se fue primero a probar suerte en otro país, cosa que no dejaran de sacarme por el resto de su vida.
En fin que llego el momento del trauma de comunicarle a mi familia que decidí irme con mi novia a Panamá, y de allí, a darme cuenta de todo lo que tenia que sacrificar, primero justamente ellos, a quienes amo con todas mis fuerzas, segundo, mis panas, los que conozco desde niño y que hoy son como mis hermanos, tercero, mi amada Caracas, sus calles que nunca me canse de caminar, la locura de su metro y su gente, cuarto, mi trabajo, el cual, estaba ya para mi tercer año, fiel a mi estilo de estabilidad y tranquilidad que seguramente seguiría así por varios años más.
En definitiva, abandonar todo lo que conocía y amaba por irme a un nuevo país en busca de una nueva vida que me diera esa felicidad que tanto quería.
Los inicios no fueron fáciles pero debo agradecer a mi hermosa Alejandra y su familia porque fueron un pilar de roca solida para poder apoyarme y conseguir lo que tenemos ahora ya casi un año y medio después de haberme ido.
En otro post, les contare un poco mas a profundidad sobre lo difícil de ser inmigrante...
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